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11 noviembre, 2023

Solo

 

 

Soltería es un estado mental en el que se añora pareja cuando se está solo y se anhela soledad cuando se está en compañía.

<<Yo por eso no tengo pareja>> dice orgulloso Epigmenio, alias el-hombre-que-aún-vive-con-su-mamá al escuchar a Ruperto quejarse de Margarita.

La paradoja del hombre es que muere solo siendo intrínsecamente un ser sociable, y quien no lo es (rara avis) termina con el apodo de Unabomber.

Los matrimonios son como las series de televisión: en la cuarta temporada son canceladas por falta de interés.

Todas estas ideas sueltas y en apariencia inconexas (que intentaré urdir en una por celebrarse hoy el “Día mundial del soltero”) me llevan a concluir que se tiene la creencia de que existe un gran mérito en estar solo, o cuando menos, es un tema por demás inquietante a nivel global.

El “Día de la mujer”, por ejemplo, es una forma de pedir perdón y reconocer que somos el género opresor; el “Día de la madre”, en cambio, es un agradecimiento al sacrificio del parto (y futura opresión que infligiremos); el “Día del amor… y la amistad” (no vayan a confundirse) es el pacto de 24 horas para limar asperezas entre opresor y oprimido, y si hay suerte, gestar el fruto que mantendrá a la raza humana como la plaga número uno en el planeta.

 

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