Sucio capitalista
21 abril, 2024

La estadística equivocada

 

En realidad, el verdadero equívoco recae sobre el humano y no sobre las matemáticas. Las matemáticas, nunca mienten, jamás. Que el ser humano busque poesía incluso en ellas, ahí está el meollo del asunto; por ejemplo, 1 + 1 = 3.

Cómo le encanta al humano torcerlo todo a su favor. O mejor dicho, interpretar según su conveniencia (o su falta de perspicacia). Cuando ejercía como profesor universitario, si me hubieran otorgado un bono de mil pesos cada vez que escuché a un alumno argumentar que abandonaría la escuela porque Steve Jobs hizo lo mismo y logró erigir un imperio, ahora sería tan opulento como lo fue Steve.

No obstante, que no quepa duda, la ingenuidad no es exclusiva de la juventud; a diario me topo con empresarios aferrados a la misma teoría. Dejar la escuela o simplemente jamás pisarla para lanzarse al trabajo o emprender una empresa es la senda hacia el éxito. Y, para culminar, recitan una lista interminable de figuras ilustres que abandonaron la escuela y ahora ostentan marcas emblemáticas y cuentas abultadas en el banco.

¿Conoces el porcentaje de éxito empresarial o laboral si no cursas la universidad? Es muy sencillo; para obtener la respuesta, solo debes trazar un círculo y luego unirlo a otro idéntico hasta formar un ciempiés con una coqueta colita en forma de 1.

“Una golondrina no hace verano”, reza el refrán de Aristóteles, y qué elegante sentencia surge cuando jugamos con las palabras y no con los números.

La estadística está para hallar el camino acertado, no para conducirse al suicidio. ¿Conoces cuántos millones de habitantes pueblan el mundo? Y, a pesar de ello, cuando tu pareja te abandona o tu mejor amigo te traiciona, el primer impulso es renegar del amor y la lealtad.

 

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